lunes, 23 de marzo de 2009


Andrés Iniesta se ha convertido en uno de los jugadores más determinantes del actual Barcelona. Con un juego sencillo, pero espectacular, el manchego ha pasado a ser pieza fundamental en los planes de Frank Rijkaard, que ha situado al canterano en casi todas las posiciones en el terreno de juego. La evolución del medio es tremenda y muchos aseguran que su timidez y el ser reservado no le han permitido coger el cartel de mediático, algo que al joven futbolista ya le viene bien.
Peor, la pasión traspasa fronteras. Fuentes cercanas a la directiva del Barcelona confirmaron que el presidente desea sentarse para ofrecer una buena suma de dinero a Iniesta; el peligro se llama Chelsea y el gran avalador es Henk ten Cate, segundo técnico de los blues y persona que siempre siguió con atención las evoluciones de Iniesta desde 2003, primer año en el que ambos coincidieron en el vestuario del primer equipo.
Laporta tiene la intención de ofrecer un trato hasta 2014 con un año adicional y la ampliación de su salario pasaría a rondar los seis millones brutos, cifra que mejoraría ostensiblemente lo que gana en la actualidad. Pero si algo sobra en Stamford Bridge es dinero.


El comodín del equipo para Rijkaard
Frank Rijkaard sabe de la polivalencia del pequeño centrocampista. Así, Andrés Iniesta ha participado como mediocentro defensivo, interior (por las dos bandas) y extremo, tanto zurdo como diestro. Y lo mejor de todo es que siempre rinde a un buen nivel.

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